Marta Sanz |
El jueves 05 de
marzo, asistí a la presencia literaria de la escritora Marta Sanz en la
Universidad de Cádiz. Eran casi las 7 de la noche cuando entré al edificio Constitución
1812 de Cádiz, a mano armada con mi cuaderno y un bolígrafo. No tenía gran
expectativas, ni era emocionada pasar mi noche en la universidad escucando a
una autora de la cual nunca he leído ningún libro. Lo peor era que no tenía
ningún idea de que tratan sus libros en general (y ahora admito que debería
haberme informado antes con la ayuda del
señor Google).
Me senté en la
última fila en la última silla disponible. Todas las otras ya estaban ocupadas
por un público universitario de cada edad, desde jóvenes hasta mayores. La sala
era pequeña y sólo tenía 4 filas. Por eso así pude entender a Marta también desde la última
fila, aunque el micrófono no quería funcionar como debería.
La entrevista
empezó: había un interrogador, Marta Sanz, el micrófono, una cámara en la parte trasera de la sala y el
público universitario. Habían todas las protagonistas que hacen falta para una
presencia literaria exitosa. Pero la verdadera protagonista era Marta: una mujer
que dice sobre su misma tiene un padre hipercrítico, que quiere escribir sobre
cosas que duelen y que no quiere ser una musa. Perdón Marta, pero desde mi
punto de vista no has conseguido la última cosa. Ser musa o no ser musa, no es
una cuestión de decisión. Para mí eres inspiradora, una autora inteligente que
conoce su oficio. Todavía no he leído ninguna frase de Marta Sanz, pero si una
persona puede reflexionar sobre la literatura, la vida y su misma de la manera como
ella lo hace, tiene que ser una autora fenomenal.
Marta Sanz en la Universidad de Cádiz |
Para Marta la
literatura es un medio para ver la realidad mejor. Su técnica para conseguirlo su
manera de escibir con todo detalle. Según ella, cada autor debe ser un buen
observador para que pueda reflejar y aclarar la realidad en su literatura. Marta
opina que los lectores deben enfrentarse a las cosas diarias y a la realidad
con sus aspectos sucios y desagradables. Por eso, ella usa un estilo incómodo que
dice «PLUCK PLUCK PLUCK» en vez de «blablabla»: una onomatopeya que no podría
ser mejor grabada en la memoria del público.
Por un lado,
Marta hace que sus lectores se enfrentan a la realidad incómoda con la
esperanza que eso les haga ver mejor su vida cotidiana y, quizas, vean mejor a
sus mismos). Eso es que Marta también hace en su novela autobiográfica Lección de anatomía. Ella sabe muy bien
como explicarlo a un público universitario de lo cual la mayoría son jóvenes.
Ella dijo: «la novela autobiográfica es como un selfie». Es decir, una autobiografía
no solamente es una colección de los eventos de la vida de una persona particular;
es más que eso: son sentimientos, creencias y ideologías que transmite un
selfie por imagenes y una autobiografía por palabras. El base, o mejor dicho,
el origen de estas creencias y ideologías es nuestra cultura. Para Marta la
situación es obvia: «Somos lo que somos por la cultura», si lo queremos o no.
Por último
quiero decir que era un placer conocer a Marta Sanz que es una persona tan auténtica
y llena de vida. Era un placer escucharle hablar sobre sus obras, su vida y la
cultura. Este evento literario nos ha mostrado que hablar de literatura no tiene
que ser aburrido ni seco. Además ha mostrado que la literatura habla sobre la
vida social y, aún más importante, que la literatura nos dice algo sobre
nosotros mismos.